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Ley de Salud en Santa Fe: por una provincia más justa y saludable

Por Claudia Balagué

En Santa Fe, los hospitales estaban quebrados. El sistema de salud carecía de herramientas fundamentales. Faltaban hospitales e insumos. Los ciudadanos y ciudadanas que vivían en zonas rurales se distinguían fuertemente de aquellos que vivían en grandes ciudades porque debían trasladarse hacia ellas para ser bien atendidos por profesionales. Lo mismo sucedía con los barrios populares: habían sido relegados a una salud de segunda.

Además, los derechos de las trabajadoras y los trabajadores de salud no estaban garantizados. Y tampoco lo estaban los derechos de las mujeres y las diversidades sexuales, que requerían políticas de salud específicas y ordenadas en una perspectiva inclusiva. La salud no era la insignia de la provincia de Santa Fe. Y decir salud es decir derechos. Es decir igualdad. Es decir vida.

Doce años de gestión progresista cambiaron el panorama santafesino. No solo se construyeron hospitales de alta complejidad, sino que también se establecieron sistemas de salud novedosos e igualitarios en cada punto de la provincia. Se intentaba quebrar una lógica privatista: queríamos que no hubiera una salud para quienes viven en las ciudades y otra para quienes viven en zonas rurales, queríamos que no hubiera una salud para quienes tienen dinero y otra muy diferente para los que, por las condiciones a las que los somete un modelo económico injusto, habían sido arrojados a los márgenes.

Las mujeres comenzamos a sentirnos empoderadas por el sistema de salud que nos brindó derechos. Las personas trans comenzaron a sentir lo mismo. Un sistema de salud de vanguardia, con innovación tecnológica, financiado por la provincia, brindaba una salud integral y de calidad que transformaba la vida de todas las personas. Se rompía la lógica de que lo público era “lo malo”. Los trabajadores y trabajadoras de la salud, bien remunerados y respetados por su calidad profesional, desplegaron sus capacidades. Una atención profesional de excelencia en términos médicos. Pero también una atención humana a cada paciente. Ese proceso fue idea de Hermes Binner, el primer gobernador socialista de la historia de la República Argentina. En todo el país, su idea de salud y el modelo aplicado en Santa Fe empezaron a ser reconocidos.

El reconocimiento a esa salud puede manifestarse con más que palabras y elogios. En democracia, es necesario que todos aquellos logros realizados por el bien público se conviertan en Ley para evitar que, en el futuro, puedan ser objeto de duda. Para no retroceder en los derechos de salud para todos, en esos derechos públicos por la igualdad, es necesario que Santa Fe cuente con una Ley Provincial de Salud. Eso es lo que, desde mi lugar de diputada provincial socialista y progresista, considero como prioritario. Que reivindiquemos legalmente esa herencia en salud y que, al hacerlo, también avancemos con propuestas.

Por eso, la Ley Provincial de Salud que presenté ante la Cámara de Diputados de Santa Fe no solo rescata lo realizado, sino que avanza en nuevos desafíos. La pandemia nos traza un camino para esta nueva ley: el de avanzar en un sistema de historias clínicas digitales, para que cualquier médico en cualquier punto de la provincia pueda acceder a la historia clínica de cualquier paciente que necesite atención; el de ampliar aún más los sistemas de cuidados a las personas vulnerables; el de desarrollar políticas de prevención; el de integrar la salud con la infraestructura, la producción, la educación y la cultura.

¿Por qué necesitamos una ley de salud si ya tenemos un sistema de salud construido durante años que garantiza derechos a cada ciudadano y a cada ciudadana? En principio, para que no sea posible ir para atrás. Para que no se privatice nunca más la vida de cada persona. Para garantizar gratuidad y profesionalismo. Pero también lo necesitamos para ampliar derechos, para que cada persona sepa que goza de un sistema de calidad que no la dejará nunca al costado del camino. Pero, además, porque a partir de la pandemia, con un país, un mundo y también una provincia que cambian, será necesario estar aún mejor preparados. No son pocos los expertos que hablan de un tiempo nuevo en el que otras pandemias podrían producirse: ¿cómo no garantizar por Ley este sistema de salud y propiciar sus avances?

La vida de los santafesinos y santafesinas siempre debe estar en primer lugar, en el centro de nuestras preocupaciones. Ahora tenemos el desafío de decir que nuestro sistema de salud, que nos representa con dignidad en todo el país, estará garantizado por Ley. Y que esa Ley permitirá avanzar aún más en esa construcción colectiva que es el derecho a la salud de toda la ciudadanía santafesina.

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